Este domingo, en la casa de las Hermanas Misioneras Siervas de los Pobres en Cusco, se llevó a cabo una jornada espiritual con las exalumnas del Hogar Santa Teresa de Jesús. Las jóvenes participaron en diversas actividades que incluyeron momentos de reflexión, dinámicas y espacios de oración orientados a reavivar la espiritualidad de ser luz y sal de la tierra.

La jornada tuvo como propósito fortalecer su fe y motivarlas a poner en práctica los valores aprendidos, llevando el mensaje de Cristo a sus entornos familiares, laborales y profesionales, para convertirse en agentes y misioneras de santidad. Una santidad humilde y silenciosa, como la que enseñó nuestro fundador, el Padre Giovanni Salerno, quien recordaba: “Hay que tener deseos de santidad […] El Señor todo lo puede, pero quiere servirse de nosotros para hacer sus milagros, para multiplicar los panes”.

Caminar junto a Él, viviendo en su presencia y buscando la santidad, es el camino para multiplicar los panes en la vida cotidiana.