"¿Está enfermo alguno entre ustedes? Llame a los presbíteros de la Iglesia para que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor. La oración hecha con fe sanará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si ha cometido pecados, le serán perdonados." (Santiago 5, 14-15)

Siguiendo con nuestro programa de misión extraordinaria, en esta ocasión nos dirigimos al pueblo de Alto Pichigua, en la provincia de Espinar, donde continuamos con nuestra labor catequética con niños y jóvenes, así como con las visitas domiciliarias.

Tuvimos la gracia de acompañar al párroco del lugar, el Padre Zenobio, para visitar a una pareja de ancianos de 90 y 96 años, ambos ciegos y con audición muy reducida, quienes debido a su delicado estado de salud ya no pueden participar activamente de la vida sacramental. En esta visita, se les administró el sacramento de la unción de los enfermos, llevando consuelo, fe y esperanza a su hogar.